Prof. August Corominas
3 de març de 2024.
Una Visita a la catedral de Girona
El Tapiz de la Creación es una obra excepcional del arte románico del siglo XI, que se encuentra en el Museo Capitular de la catedral de Gerona. Aunque se le llama tapiz, en realidad es un bordado.
Este tapiz tiene unas dimensiones de 3,65 x 4,67 metros y desarrolla un tema teológico, tal y como puede verse en los manuscritos españoles contemporáneos La obra es de grandes dimensiones, con colores intensos, y presenta escenas sobre la creación.
Es importante mencionar que esta obra es única y excepcional entre los pocos bordados que se conocen y se conservan, sólo comparable al tapiz de Bayeux .
El tapiz muestra diversas escenas que representan la creación del mundo y el paraíso. En el centro de todo se representa a Cristo Pantocrátor, compartiendo la palabra de Dios y bendiciendo con su mano derecha. Es un trabajo delicado de gran calidad técnica y artística. Es una joya del románico de autor desconocido, es la joya románica más bella y más importante de Gerona.
El Tapiz de la Creación es en realidad un bordado realizado con la técnica llamada pintura a la aguja. Este tapiz, datado entre los siglos XI y XII, presenta un mensaje complejo narrado mediante escenas bíblicas, símbolos, alegorías e historia sacra, similar a un joven Apolo, dentro de un círculo o una almendra, a la manera cósmica, como es normal en las representaciones de la Majestad de Dios triunfante o bien en las representaciones de la Iglesia. Alrededor de este círculo central, se desarrollan una serie de cuadros donde el protagonismo lo toma el tiempo y sus segmentaciones —el año, las estaciones, los meses y los días—. Las escenas de la Creación se desarrollan dentro de dos orlas circulares concéntricas, una por fuera del Pantocrátor, y otra más amplia de exterior. En estos cuadros, se han organizado los días de la creación, siguiendo fielmente el relato del libro sagrado del Génesis.
La parte inferior, la más deteriorada, narra la historia de Santa Elena en busca de la Vera Cruz. Aunque se desconoce qué uso tenía y en qué momento se dejó de utilizar, sí sabemos que quien lo diseñó era un erudito de su momento, del que tanto de él como del que lo manufacturó, no sabemos su nombre.
Es excepcional que se haya conservado un tejido del siglo XI o XII en tan buen estado
Es una visita que recomiendo a la Catedral de Girona